la carbonería

 

No soy un asiduo nocturno del lugar ni de las madrugadas flamencas, pero siempre que he querido, o he necesitado visitar La Carbonería acompañando a personalidades del mundo cultural y académico, he encontrado la entrañable y hospitalaria presencia de Paco Lira. ¡Qué orgulloso, qué importante y que agradecido me he sentido por los detalles de Paco en esa misión de mostrar a los forasteros la riqueza cultura de nuestra tierra de modo que fuera bien recibida y valorada por ellos.......

Miguel Ropero.

 

 

 

Efectivamente, en La Carbonería surgieron muchos de mis amigos en las diversas artes y prácticamente todos mis amores, incluso el último -y, espero, que ya definitivo- esposamiento, el cual celebramos allí con músicos autóctonos ucranianos actuando ex profeso para nosotros. A este lugar le debo también mis mas profundos contactos con el mundo del cante y la guitarra y, de hecho, mi hija Ana, de cinco años, hasta hace muy poco consideraba sinónimos a Paco Lira y al flamenco. Todos mis libros los he presentado allí, y son muchas las actividades, mesas redondas y presentaciones de otros autores en los que he participado en los diversos rincones de la casa, lo cual no sólo no hice por amistad, sino también por interés, dada la repercusión pública que suele tener ese local. Es, por todo ello, muy extenso el nocturno historial que me liga a la calle Levíes, junto a los amigos escritores como Carlos Edmundo de Ory, Bergamín, Andrés Soler, Fernando Quiñónes, Félix Grande, Pepe Caballero Bonald, Pepe Heredia Maya, Aquilino Duque, Fernando Ortiz, Ángel Leiva, Bernardo Victor Carande, Manuel Mantero, Agustín García Calvo e Isabel Escudero, Pepe Monleón y una interminable nómina de pintores, músicos, dramaturgos, actores y artistas de todas las disciplinas, incluidas las del ámbito político.

Rafael de Cózar.

 

 

 

Por su ubicación, a tu casa de entonces, se le llamó La Cuadra como a tu casa de hoy se le llama La Carbonería. Allí comenzó a surgir todo un movimiento artístico de vanguardia, al mismo tiempo que propiciabas un espacio de libertad que hacía posible el diálogo y la organización de las inquietudes políticas en la clandestinidad. En La Cuadra, se dieron a conocer los difuntos Farruquito y Camarón, Lole Montoya y su familia, ese grupo de artistas gitanos de Utrera, Jerez, Lebrija, Mairena, etc... La inquietud de tu casa dio a luz al grupo teatral que todavía conserva el nombre de La Cuadra. Sean estas, muestras de un sin fin de iniciativas artísticas, culturales y sociales, que tú has propiciado.

Emilio Calderón Álvarez, Cura en el Polígono Sur - Sevilla.

 

 

 

...Sin embargo ¡ah sin embargo! Hay en el corazón de Sevilla ("hoy es siempre todavía") un rincón umbrío a resguardo de soles y en olor de crecientes lunas donde luce la buena compañía: soledad de uno en común algarabía. Ya sabéis que os hablo de La Carbonería.

Isabel Escudero.

 

 

 

Ya es paradigma, en diáspora, de la mejor esencia sevillana; La Carbonería se hace multiétnica, multicultural, se universaliza; da cobijo al novillero francés de Ceret, al fugitivo violinista rumano, al estudioso folklorista de Kansas, al poeta exiliado uruguayo, al gitano catalán, ...

Rafael Herrera Valencia.

 

NOTA: Textos extraídos del libro Homenaje a Paco Lira, editado por la Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla en 1999.