Los encuentros Factor Humano han ido corriendo de la mano de la actualidad y el latir de los acontecimientos que cada año nos han tocado vivir. Así no hemos estado exentos de diálogo político, social, ecológico, económico por supuesto y otros muchos temas que como un manantial sin cauce manaban tanto de nuestros invitados, como de nuestros propios alumnos. Y es este, el de los alumnos, uno de los puntos más fuertes y definitorios de Factor Humano. En una época donde docentes de todo el panorama nacional se lamenta de la apatía de sus alumnos, Factor Humano se presenta como un oasis o un vergel donde el compromiso estudiantil con su propio papel en la sociedad se hace patente, aquí se debate, aquí se piensa, aquí se viene a aprender y aquí se viene a disfrutar con el juego de las mentes vivas y apasionadas, con la poesía de las mentes no ociosas. Pueden parecer estas palabras epinicios de oro, pero no en vano hemos tenido a los mejores maestros y maestras en estas artes del reflexionar y del hilar pensamientos. En 2010, mientras Tiempo de actuar transcurría, uno de nuestros invitados, como ya había pasado antes, nos hizo cerrar los ojos y escuchar como en pleno siglo XXI la poesía aún tiene mucho que decirnos, y no sólo como torrente de inspiración alegórica, sino mandándonos un mensaje real, conciso, claro y distinto. Tenemos, cantó el poeta La responsabilidad de intentarlo.
Así pues ya se tenemos los ingredientes para esta alquimia particular que cada año, a principios de primavera, nos reúne en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de la Universidad de Sevilla. Materialicemos las palabras y reunámonos este año en FACTOR HUMANO 2011, LA RESPONSABILIDAD DE INTENTARLO. |